Por mis creencias personales y opiniones publicadas nadie puede acusarme o señalarme como promotor del catolicismo, por tanto, este artículo no tiene ningún interés religioso ni estas lo motivan.
Durante más de tres semanas he visto airadas discusiones por la idea de construir en Guadalupe, Zacatecas la Virgen más grande del mundo.
En términos religiosos de ninguna manera se justifica la mega construcción y menos con dinero público, pero en términos económico- turísticos si y ampliamente.
El primer punto a favor es la derrama económica, según el presidente municipal de Guadalupe alrededor del 70% del costo será cubierto por la iniciativa privada, la propuesta es inteligente, el municipio invierte 10 millones para atraer 60 o 70 millones.
Otro de los argumentos extendidos es que la escultura no se puede hacer porque en Guadalupe hay pobreza.
En efecto Guadalupe hay pobreza, pero si se construye el monumento seguirá habiendo pobreza, y si no se construye también seguirá habiendo pobreza, la gran diferencia es que, si se construye y se le da un tratamiento turístico, el monumento puede generar millones de pesos al año.
Se cree que si se cancela la obra, el dinero en automático se invertirá en obras sociales, eso no ocurrirá, porque el directo que se recolectaría sería para el monumento no para ver que se les ocurre. Si no se construye la escultura, ese dinero o al menos la parte de la iniciativa privada y gobierno estatal se perderán. No porque no se construya la obra se van a construir cientos de casas decorosas.
Muchos piensan que para que una gran obra se construya, es necesario primero que deje de haber pobreza, la pobreza nunca se acabará, es una condición humana permanente, si ese criterio prevaleciera no existiría en el mundo ninguna gran obra.
¿Usted cree que cuando se construyó el Cristo redentor en Brasil, el Palacio de Bellas Artes o el Coliseo romano no había pobreza? Claro que la había y la sigue habiendo, pero gracias a estas inversiones anualmente se genera una derrama que sin los monumentos descritos no existiría.
Para no ir más lejos, el Cristo roto de Aguascalientes es un ejemplo de cómo se puede generar derrama económica a partir del turismo religioso o la fe.
Punto Final
No pensemos en la mega escultura de Guadalupe como un asunto de subsidio a la fe, pensémosla como una gran oportunidad de crear un mercado turístico donde actualmente solo hay pobreza.
Imagen, Zacatecas, Zac. 25 octubre 2017