La Revolución i3D y Punto Final
Un artículo sobre la nueva revolución industrial que está naciendo.
Etiqueta: revolución
La Habana y Punto Final
Muchos años viví seducido por el romanticismo que exaltaba la Cuba de Castro y las bondades de una revolución justiciera.
Los primeros años de Universidad convirtieron ese romance en pasión hasta que a golpe de lectura la misma escuela provocó el desencanto, aún así mantenía una esperanza sobre aquella isla y esas barbas.
La ilusión y la esperanza se convirtieron en recuerdo tierno y nada más.
La recepción entusiasta pero desgarradora el taxista no dejaba de ofrecer a “sus” mujeres como ancla turística; soy ferviente admirador de las féminas pero creo que el turismo más primitivo es el sexual.
La gloria de un hotel construido en 1957 sucumbió ante sus muebles y habitaciones apenas de pie y carentes de mantenimiento como su periódico, el Granma publica en primera un discurso de Fidel de 1961.
Largos paseos por la Habana vieja hacían repetir a cada cuadra: ¿cómo y por qué a diferencias de otras latitudes se mantiene sin observaciones ni plazos fatales el titulo de Patrimonio de la Humanidad a una ciudad que mantiene en ruinas sus majestuosos edificios históricos?
La riqueza patrimonial es deslumbrante pero la difumina una miseria política incapaz de darle siquiera limpieza elemental.
Edificios con décadas en rehabilitación, un Capitolio “cerrado por derribo” y la resignación de quienes los cuidan a que un día “él morirá y las cosas cambiarán”.
Alucinante la temerosa resignación a Fidel de quienes todos (al menos con lo que hablé) se quejan airosamente y en confianza odian y critican pero al hacerlo nunca se animan a llamarlo por su nombre, solo dicen él o empuñando la mano, la colocan bajo la barbilla y mueven de arriba hacia abajo para referir las barbas de la Revolución.
De los habitantes que conocí hay cientos de historias todas enmarcadas por una tristeza crónica completamente opuesta a esa alegría y gusto por la vida que tantas veces me contaron y no logré confirmar.
Imposible mencionar de un tirón los testimonios, pero una modesta conclusión sería que nadie muere de hambre, pero todos tienen un voraz apetito por conocer o acceder a esas comidas o espacios solo disponibles para los turistas o burócratas de alto vuelo, aunque para ellos la escases también es constante, puede haber dólares pero no hay qué comprar.
Todos tienen acceso a los mejores médicos, pero sólo a eso, el material de curación y medicinas habrán de llevarse de manera particular o inscribirse en una casi eterna lista de espera para su dotación.
Todos los testimonios crudos pero hubo dos contundentes:
“Él (Fidel) es un despertador que siempre está jalando, acabando con los sueños de un golpe o peor antes de que empiecen” Yamiel.
“Sí crees que acá es tan bueno deberías vivir acá como vivimos nosotros y no como viven los turistas, dime por qué los balseros salen de aquí y no de tu país(México)” Edelberto.
La Habana me hizo recordar que las pesadillas también son sueños.
Punto Final
El poder no cambia a las personas, sólo las desenmascara.
PABLO TORRES CORPUS
Imagen, Zacatecas 29 de febrero de 2012
De “tuit a tuit” y Punto Final
Desde el pasado martes las protestas contra el gobierno egipcio han cimbrado al mundo, al momento de redactar el presente Hosni Mubarak anuncia que no será candidato en las próximas elecciones y se dice dispuesto a negociar para concluir en paz su mandato luego de 30 años en el poder.
La historia de Mubarack es similar a la de otros dictadores: joven inteligente que asciende social y políticamente gracias a una brillante carrera militar, accede al poder y se prolonga en él a través de la represión, corrupción y bajo el auxilio económico de Estados Unidos.
Luego de más de 30 años gobernando los resultados son los mismos que en otras dictaduras: un pueblo harto y sumido en la pobreza, con nulas oportunidades de mejora, una policía política encargada de mantener a raya a la oposición y de reprimir la disidencia.
La novedad en Egipto y otros movimientos recientes radica en utilizar redes sociales para manifestarse y convocar a la “rebelión”.
En el caso de Egipto llama la atención que el pueblo aguantó durante décadas pobreza, represión y abusos que lo cansaron pero no lo hicieron estallar hasta que el gobierno censuró internet, fue entonces que la sociedad, principalmente los jóvenes decidieron rebelarse pese a las amenazas de usar la fuerza para reprimir las manifestaciones.
Twitter fue el primero en ser bloqueado por Mubarak debido a la gran cantidad de grupos que protestaban contra el gobierno, ante esto miles de usuarios se manifestaron y refugiaron en facebook que también fue censurado, situación que prendió los focos rojos.
Cuando el gobierno egipcio apagó internet vino la gota que derramó el vaso y las protestas pasaron del teclado a las calles.
Reportes de AP señalan que las primeras manifestaciones callejeras solo exigían libertad de expresión, pero a estas protestas se unieron miles de inconformes por otros asuntos: pobreza, política, religión, hoy el movimiento parece imparable.
Increíble que el cambio político más importante en Egipto en los últimos 30 años haya iniciado en el ciberespacio y se haya consumado por apagar internet, al grado que ya hay quien habla de las twitterrevoluciones.
Es cierto que la mayoría de los movimientos sociales surgieron sin apoyo de las redes sociales, pero los actuales movimientos no se conciben sin ellas, con la ventaja para los ciudadanos que, antes las represiones se callaban en casa sin eco internacional, hoy mediante las redes sociales cualquier atropello local puede ser noticia global.
La velocidad de trasmisión y la oportunidad de que una protesta de 140 caracteres sea leída en todo el mundo genera condiciones únicas en la historia para poner de “tuit a tuit” las voz de los ciudadanos con la de los gobiernos o grandes empresas.
Punto Final
Cómo describir lo vivido en Guerrero, donde el PAN apoya al candidato del PRD-PT-Convergencia que es un expriista, que perdió ante otro priista que es su primo.
Pablo Torres Corpus
Imagen, Zacatecas 2/feb/ 11
...Punto Final . . . // . . . Pablo Torres Corpus 